Los altavoces de columna de 100 voltios se usan mucho en iglesias, tanto las modernas como las antiguas, y en espacios similares. La gran ventaja de los altavoces de columna es la amplia dispersión del sonido. Distribuidos en diferentes puntos y de ambos lados del espacio, crean un sonido muy claro y equilibrado para todos los oyentes. Los altavoces ordinarios posicionados en un lugar central producirían demasiado volumen para las primeras filas y sufrirían de los ecos.